lunes, 17 de septiembre de 2007

Alma Mutante

Respeta el Espacio Sagrado de los otros, espera silenciosamente hasta ser reconocido. Pregunta cuando algo no está claro, no demuestra que sea tonto; demuestra que quiere descubrir y aprender. Se mueve cada vez menos cobarde como hacer frente a la noche solo.
En la salida de la mariposa de la crisálida se alimenta del sentido de transformación, la esencia más profunda de lo que es, el salto de fe que le lleva no contiene miedo. De lo amargo, y lo dulce, bebe, creciendo y cambiando constantemente de momento a momento.
Permite que la libre voluntad decida cómo, o si decide realizar los cambios.
No interfiere, reza, sin expectativas ni exigencias, por el bienestar ajeno. Su propósito vuelve lo imposible en dificultades que puede superar. Entre la humanidad confía en su flujo natural convirtiéndose en un compañero sin límites.